jueves, 14 de junio de 2012

Módulo 8: Arte Paleocristiano


Luego de la Ascensión de Jesús a los Cielos, sus discípulos intentarán llevar a cabo aquel mandato que antes de irse les diera su maestro, conocido también como la Gran Comisión y que aparece en diferentes partes del Nuevo Testamento, como en Mateo 28:19 “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,´en Marcos 16:15 ' Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.', en Lucas 24:47 ' y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.´”.
Y sobreponiendose a la persecución desatada por los romanos, dichos miembros de esta nueva fe comenzarán a divulgar su doctrina por todas las naciones.
Pronto se convertirán al cristianismo gente de diferentes culturas y lenguas. El arte desempeñará entonces un rol fundamental para unificar a los seguidores de esta fe.
A través de íconos y de imágenes que se irán colocando en sus cementerios y en sus primeros lugares de congregación (domus eclesiae) se comenzará a desarrollar un nuevo arte producto de un nuevo espíritu: el arte paleocristiano.


DESARROLLO

El Arte Paleocristiano se desarrolla entre los siglos II y IV de nuestra era. Nace como producto de la unión de dos grandes etapas de la cultura y el arte occidental: la Edad Antigua Clásica y la Edad Media Cristiana.

Resurge la importancia de valorar y apreciar el legado de los griegos y de los romanos y de fusionarlas con la espiritualidad difundida en la Edad Media, en donde el hombre descubre su férrea creencia ante algo que considera superior a cualquier otra fuerza, Dios.

La etapa del Paleocristiano se divide en dos periodos muy importantes que marcaron un hito en la historia:

a) PERIODO DE PERSECUSIÓN Y CLANDESTINIDAD

En esta etapa se desarrollará la arquitectura con sus primeras construcciones destinadas a la formación espiritual del individuo y al descanso de los cuerpos humanos.

a.1 Domus Ecclesiae

Es una construcción rústica, elaborada en base de ladrillos, no tiene una forma específica. Se trata del equivalente a una parroquia actual. No tenían una forma especial debido a que normalmente se empleaba una vivienda romana normal de dos pisos adaptándola a las funciones que necesitaban dividiéndola con tabiques.

Algunas de estas construcciones tienen dos niveles o pisos, en los cuales se adaptaban los espacios, de acuerdo a las necesidades, utilizando tabiquerías (material aligerado).

Estas construcciones eran lo suficientemente grandes como para tener en su interior una sala especial para ágapes, un ambiente para la celebración del acto eucarístico, algunos espacios administrativos y otros de vivienda para el presbítero (sacerdotes o curas).
La sala destinada a la Eucaristía solía tener un gran tamaño y estaba dividida en dos partes por un arco o una puerta debido a que los catecúmenos no podían ver aunque sí escuchar la Consagración, así que debían retirarse a la segunda parte de la estancia (catecumenado) al llegar dicha parte.
Estas parroquias son llamadas indistintamente Domus ecclesiae o Tituli. Las dos parroquias más importantes que se conservan son el Titulus de San Martino al Monte (Roma) y el Titulus de Dura Europos (Siria)


Titulus de San Martino al Monte (Roma)

a.2 Cimeterios

Más conocidos como cementerios, espacios en donde es sepultado un cuerpo luego de su muerte. Dentro de esta clasificación encontraremos dos tipos de cementerios:

a.2.1 Los Areae

Es un tipo de cementerio común en todo el Imperio Romano. Estaban formados por tumbas cubiertas por losas con la particularidad de que muchas tumbas disponían de una mesa, o bien, en el cementerio había una sala cercana a las tumbas con esas mesas, debido a los ágapes funerarios que se celebraban tras el entierro del difunto.

Las familias que tenían más dinero tenían la libertad de hacer que estas instalaciones tengan más elementos decorativos, cuyo material, incluso, sea de mayor cantidad.

A las personas de la comunidad que eran consideradas más santas o más dignas, se les concedían tumbas más elaboradas, no cubiertas únicamente por losas sino por pequeños monumentos arquitectónicos que consistían en pequeños túmulos (enterramientos cubiertos por tierra hasta formar montañas artificiales) cuadrangulares o trilobulares de no más de 2 metros de altura llamados cellae.

A veces estos cellae eran considerados insuficientes y se construían edificios más elevados circulares y cubiertos por cúpulas que son el inicio de los mausoleos. Tenían esta forma debido a que estaban inspirados en los heroa (pequeños edificios de planta circular cupulados que servían para rememorar los hechos o la muerte de algún héroe pagano).

a.2.2 Las Catacumbas

Son galerías subterráneas que algunas civilizaciones las crearon como lugares de enterramiento. Durante la Edad Media, en algunas zonas de Italia y África proliferaron este tipo de edificaciones para el descanso de los muertos. La catacumba estaba formada por entrecruzamiento de galerías más o menos regulares. Los pasillos transversales, que eran muy estrechos, eran llamados "ambulacrum". Estaban llenos de nichos llamados "loculi". Los de las personas a las que la comunidad quería resaltar tenían un arco de medio punto encima y eran llamados "arcosolium".

Algunos pasillos terminaban en unos pequeños recintos donde se colocaba normalmente una mesa, probablemente abatible, y adosado a la pared había un banco (algunos con una cátedra, probablemente para el presbítero). En estos pequeños recitos se celebraban los ágapes funerarios y eran llamados "cubiculum". A veces estas salas también tenían nichos y otras veces estaban decoradas. Es muy probable que familias pudientes (seguramente patricios romanos) hicieran de los cubiculum pequeños mausoleos.

Durante las persecuciones que se hicieron contra los primeros cristianos, los romanos solían saquear los cementerios. Para evitarlo, los cristianos se acogieron a una institución oficial romana de carácter funerario llamada Collegia Salutaria que proporcionaba a la sociedad, entre otras cosas, lugares donde enterrar a sus muertos.

De esta manera las autoridades no podían ir en contra de su propia institución y saquear tumbas cristianas, así que en un determinado momento prohibieron a esta institución ceder a los cristianos tierras.

Así, cuando las tierras cedidas se llenaban de enterramientos, los cristianos se vieron obligados a horadar galerías subterráneas en esos lugares para enterrar en ellas a sus muertos. Este sistema hace que lo más cercano a la superficie no sea lo más reciente, como suele suceder, sino lo más antiguo (los niveles arqueológicos están invertidos).

fresco de la catacumba de San Calixto


b) PERIODO DE LA IGLESIA TRIUNFANTE

En el año 380, el emperador Teodosio declara que la iglesia oficial del imperio romano sería la iglesia cristiana. De esta forma algunos miembros de esta iglesia asumirán cargos importantes en la administración pública, por lo tanto esta institución inicia su etapa de poderío y su estrecho vínculo con el emperador.

Por ello, los actos litúrgicos se realizan con más solemnidad y para ello requieren de edificación arquitectónicas que vayan de acuerdo a tal evolución. El clero se encargará de financiar cada una de estas obras que harán derroche de lujo y fastuosidad en la que utilizarán materiales nobles y costosos.

Dentro de esta etapa se desarrollarán construcciones como:

b.1 Las Basílicas

Los cristianos toman la basílica romana para sus fines religiosos porque era el edificio que mejor se adaptaba a sus necesidades y a las grandes concentraciones de fieles. Además rechazan los templos romanos por haber sido lugar de veneración pagana.

El emperador Constantino, emprende la construcción de basílicas por todo el territorio romano para albergar a los fieles del nuevo culto. Además se destruyen muchos templos paganos total o parcialmente para readaptarlos a la nueva fe.

La Basílica es un edificio de grandes proporciones y de múltiples funciones pues no tenía una en especial, ni siquiera alguna vinculada al tema religioso.

La basílica (plan longitudinal) servía en algunas ocasiones como residencia del obispo o sacerdote. Su forma era alargada, de e 3 ó 5 naves, siendo la central el doble de ancha de las laterales. En uno de sus extremos se situaba la puerta y en el otro el ábside que marcaba la dirección a oriente. En un primer momento los techos eran planos, de madera, con tejado a dos aguas en la nave central y una en las laterales. La iluminación se logra a través de las ventanas de la nave central, con lo que esta recibe más luz, lo que le da un mayor valor emocional a la misma.

La basílica supone un culto basado en el sacrificio que acontece en el altar, mesa que simboliza el banquete eucarístico que, a veces se cubre con un baldaquino. En la zona denominada presbiterio, el obispo preside la asamblea desde el trono o cátedra. Es una disposición heredada de Roma, del trono imperial.

A ambos lados, estaban los asientos del clero mayor. Un poco más hacia atrás los fieles y dentro de la nave mayor se situaban los ambones o púlpitos; en el de la izquierda se leía el Evangelio y en el de la derecha las Epístolas. El pequeño espacio reservado para el clero menor se denominaba coro. Bajo el presbiterio puede haber una cámara o cripta en la que se guardaban las reliquias. Tras la puerta hay un vestíbulo o nártex, desde el que los catecúmenos asisten al culto, ya que solo pueden entrar los bautizados. En las naves laterales, aparece otro piso, denominado tribuna abierta a la nave central, y como estaba reservado a las mujeres recibe el nombre de “matronium”.

Basílica de Santa Sabina en Roma.

El exterior aparece poco cultivado y la fachada está constituida por un muro plano rematado en frontón. Los cristianos de Roma no dejaban de ser romanos, por lo que el sentido práctico era una de sus características, y a la hora de plantearse un edificio para las necesidades de su culto, en vez de inventarse uno nuevo, adoptan uno preexistente que se adecua a sus necesidades, la basílica romana, solo que cambiándole el sentido y la utilidad, lo mismo que la simbología.

Basílica paleocristiana de Santa Eilia


Basílica de Aquileia

Valoran el predominio del eje longitudinal por la sensación que produce de movimiento hacia el altar, que genera un espacio-tensión o espacio-camino que se hará normativo en la arquitectura cristiana medieval y otro aspecto importante es que el presbiterio quede enmarcado por un arco de triunfo, una gran arcada de medio punto que simboliza el triunfo de la Iglesia.

El que el pueblo tienda a acercarse hacia el presbiterio es determinante el desarrollo del crucero, ya que el muro se rompe por los lados a la altura del presbiterio, generando una nave transversal, surgiendo la planta de cruz latina, que refuerza el efecto simbólico del edificio.

Estas funciones van a repercutir en la manera de concebir el edificio religioso cristiano (basílica), dando más importancia al interior que al exterior, que va ser más simple. Este interés viene dado porque el exterior se relaciona con el cuerpo humano, materia finita, y el interior con el alma que está animada por la luz divina.


Las basílicas más célebres de Roma son Santa María la Mayor, San Pablo y Santa Sabina; en Nápoles las de San Jenaro y San Jorge, entre otras.




b.2 Los Martyria

Son construcciones exclusivamente de carácter funerario, ubicados, en algunos casos, al lado de las basílicas y en donde se enterraban a los mártires.


Mausoleo de Gala Placidia, considerado martyria.

b.3 Los Baptisterios

Ambientes exclusivamente destinados a realizar los bautizos de los futuros cristianos. En su mayoría estaban ubicados a los costados de las basílicas.



Baptisterio Hermita de la Virgen de las Cruces



PINTURA DEL PALEOCRISTIANO

Siendo Roma el centro del cristianismo ya desde los comienzos de la Iglesia es fácil deducir que debía ser romano el arte de que se sirvieron los cristianos en los primero siglos para la manifestación de sus ideales. Para ello, adoptaron la pintura con preferencia a la escultura por ser aquélla de más fácil ejecución y por ofrecer menos semejanza con los ídolos del paganismo. Durante los primeros siglos se ocupó el pincel cristiano en decoraciones y pinturas simbólicas más que en verdaderas imágenes veneradas siguiendo la disciplina del arcano o del secreto que vedaba la manifestación pública de algunas verdades católicas y que llegó hasta suprimir la representación de toda imagen cuando las circunstancias lo exigieron como aparece por el famoso canon del Concilio de Elvira o Ilíberis.

La pintura paleocristiana se extiende hasta el siglo VI en que comienza el estilo bizantino.
La técnica y las formas de las pinturas paleo-cristianas son en su aspecto material propias del estilo romano decadente, tanto mejores o de sabor más clásico cuanto más antiguas. Pero como los artistas no se preocupaban sino por la idea, resultan poco estéticas sus labores y se presentan muy sobrias en el colorido. Sin embargo, se transparenta en las figuras la sencillez, la naturalidad y candor de los primitivos fieles y aún la paz de sus almas en medio de las persecuciones sin que llegue a reflejarse temor alguno por éstas.


Tiene una técnica más rústica, por lo tanto es menos artística, por el mismo hecho de haber sido producida a escondidas y sin la intención de quedar para la posteridad.

El artista paleocristiano se expresa por medio de símbolos. El dios de los cristianos no tenía forma humana y copiar modelos del mundo profano podía llevar al equívoco con otros dioses. Sin embargo los símbolos sí fueron tomados del paganismo, aunque dándoles una nueva interpretación que sólo conocían los iniciados. Las alegorías tienen un marcado carácter salvífico. Domina el sentimiento que genera la nueva fe, y será la pauta básica del arte medieval.

En general los símbolos más representados son la paloma como alegoría del alma, el pavo como alegoría de la inmortalidad, el áncora como alegoría de la salvación eterna, el pez como alegoría de Cristo y como símbolo del cristiano, y el cordero como alegoría, también, de Cristo. También son símbolos del cristianismo el anagrama de Cristo PX, el cesto de panes y el jarro de vino, escenas de banquetes como alegoría de la última cena, y la vid.

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Información teórica de refuerzo:

Fresco: Método, o arte, de pintar con pigmentos de origen mineral resistentes a la cal y empapados de agua, sobre un muro con revoque de yeso, todavía mojado, o fresco. En el renacimiento este proceso era conocido como buon fresco, o 'a la italiana' para diferenciarlo del fresco secco que se realizaba sobre el enlucido seco. A veces se aplica inadecuadamente el término de fresco al temple, en el que los pigmentos se mezclan con huevo u otra sustancia aglutinante y se aplican directamente sobre la mampostería.


Fresco paleocristiano en Trastevere

Mosaico: Un mosaico es una obra compuesta generalmente de rocas, aunque también puede estar hecha de madera. Por extensión se llama mosaico a cualquier obra realizada con fracciones diversas.



La técnica más usada en el Paleocristiano son los frescos. Los temas comunes eran los religiosos y en muchas ocasiones fueron reforzadas con la técnica del mosaico en la que utilizaban vidrios, madera y hasta piedras pintadas de colores.

Mosaicos paleocristianos.
En los mosaicos cristianos se siguió la técnica romana como en la pintura usando con preferencia como material los cubillos de vidrio coloreado y a veces dorado en la superficie visible y como hubiera de colocarse en lo alto de los muros interiores de las iglesias, se empleaban fragmentos de tamaño algo mayor que en los del paganismo. Aunque el estilo de las figuras es romano, se dibujan estas con el pasar del tiempo cada vez más rígidas y monótonas sujetándose a convencionalismos y forzada asimetría. Pero, en cambio, destaca en los nuevos tipos la verdadera inspiración cristiana y se manifiesta en la composición artística mayor unidad, amplitud y grandiosidad que en las obras primitivas. Los asuntos más comúnmente representados se refieren a la grandeza de Jesucristo, oficios de la Virgen y de los Apóstoles, escenas o símbolos del Apocalipsis, existencia y superioridad de la Iglesia, etc. El fondo sobre el cual se destacan las figuras suele ser azul y el plano o terreno sobre el que aparentan elevarse o estar apoyadas se presenta en forma de nubes o de un prado verde adornado con flores y animalillos.



Santa Pudenciana representada en el mosaico del ábside.


ESCULTURA PALEOCRISTIANA

♣ SARCÓFAGOS


Una larga tradición de escultura funeraria pagana servirá de base para conocer estilos y para adoptar iconografías a los escultores cristianos desde el siglo III. El Buen Pastor, como representación bucólica frecuente en el paganismo helenístico o como símbolo de una de las cuatro estaciones, tema funerario clásico, y la imagen de la Orante inician la iconografía.

El Buen Pastor: representa una figura masculina, joven, vestido como un pastor, que lleva sobre sus hombros un cordero y, generalmente, con una mano sujeta las patas y con la otra una jarro de leche o alguna otra cosa relacionada con la ganadería. Representa al Cristo redentor. No es original, proviene del moscóforo griego, que era el joven que llevaba los animales en los sacrificios, el portador de las ofrendas. Es un símbolo del culto. Esta imagen fue tomada por los romanos para uno de sus dioses más queridos: el Hermes crióforo, que era la imagen moral del dios protector. Este símbolo se dio principalmente en el siglo III.




Se unen rápidamente escenas de Cristo-Maestro y otras de salvación, como la historia de Jonás, para seguir con toda la oración fúnebre inspirada en el Antiguo Testamento.
Tres sarcófagos entre otros corresponden a este momento: el de la Gayole-en-Brignoles, Francia; el de Vía Salaria, y el de Santa María la Antigua. Estas piezas presentan en su escultura una distribución orgánica un tanto paisajística de sus temas, pero, a partir de la época de Constantino, se estructurarán en un friso continuo. Entonces, yuxtapuestas en uno o dos registros, se sucederán las escenas del Antiguo Testamento, generalmente de inspiración sacramental, mezcladas con otras del Nuevo Testamento.

Algunas veces se representa el retrato del difunto en el centro, dentro de una concha o láurea, lo que constituye el famoso imago clipeata; y también existen tipos de frente estrigilado que esquematizan el programa iconográfico reduciéndolo a las figuraciones laterales. El estilo ha permitido definir una fase impresionista muy semejante a los relieves de canon corto del arco de Constantino, y una evolución que lleva hasta el llamado "estilo bello" de finales del reino y principios de la segunda mitad del siglo IV.

De este momento hay bellísimas piezas, a veces con dos registros, como el sarcófago de Adelfia de Siracusa, el llamado Dogmático del Museo de Letrán y el de los Dos Hermanos, con tendencia cada vez más clásica que desembocará en el ejemplar más tardío, el sarcófago del cónsul Junio Basso, muerto el año 359, con la introducción de escenas de la Pasión de Jesús.


Sarcófago paleocristiano de Astorga. Museo de Madrid.

LOS SÍMBOLOS PALEOCRISTIANOS

El crismón es un símbolo que contiene las dos primeras letras de la palabra "Cristo" en griego (Cristov"). También puede tener las letras griegas Alfa y Omega relacionadas con la siguiente frase tomada del Apocalipsis (22,13) y referida al Señor: "Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin".



La palabra “pez” en griego antiguo se escribía ICQUC y cada inicial se correspondía con el siguiente significado: jIhsou'" (Jesús), Cristov" (Cristo); Qeou' (de Dios); UiJov" (hijo); Cwthvr (Salvador).



El Buen Pastor recuerda a la parábola de la oveja perdida (Lc 15, 3-7) o a las palabras de Jesús que se identifica como Buen Pastor (Jn 10, 1-16). El símbolo representa a Jesús como Salvador siendo la oveja el alma salvada por Él. Es la imagen que más aparece en las catacumbas, en los sarcófagos y en las inscripciones sepulcrales.


El orante o la orante es una figura con los brazos abiertos y representa la imagen del alma en el estado feliz después de la muerte, es decir, el alma en la Paz divina.


El ancla significa la esperanza en la promesa de la vida futura. “Tal esperanza (el cumplimiento de las promesas hechas por Dios) es como el ancla firme y segura de nuestra vida” (Hebreos 6, 19). El ancla también hacía alusión a la cruz.



La paloma con el ramo de olivo en el pico es el alma en la Paz divina.


La palma de la victoria, que se entregaba a aurigas y gladiadores vencedores, se convierte en el cristianismo en la señal de los mártires que han vencido con el derramamiento de su sangre y por eso se les concede el premio eterno.


La paloma con una corona triunfal en el pico es símbolo del alma que ha alcanzado el premio de la vida eterna.


La nave significa el viaje hacia el puerto de la eternidad sobre el que brilla un faro que le ilumina el camino. El faro es la luz de la fe que conduce con seguridad a la patria celestial.



El ave fénix era un ave que decían que renacía de sus cenizas y que los cristianos utilizaron como símbolo de la resurrección.


El pavo real es el símbolo de la inmortalidad del alma. Se pensaba que su carne era incorruptible.


Preguntas
:

1- ¿Cuáles son las principales características de la pintura paleocristiana?
2- ¿Qué eran los frescos?
3- ¿Qué eran los mosaicos?
4- ¿Qué es el Crismón?
5- Explica el significado de los siguientes símbolos paleocristianos:
-El Buen Pastor
-El Orante.
-El ancla
-La paloma
-La palma
-La nave
-El ave Fénix
-El pavo real.
6- ¿Qué relacion(es) puedes establecer entre el arte paleocristiano y tu vida?


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