Hacia la década de los ochenta del siglo XIX los postulados del impresionismo comienzan a ser revisados por otros artistas. La crítica llega desde perspectivas diversas y, por lo tanto, no podemos concluir que la pintura postimpresionista sea un estilo más. Por el contrario, cada autor explora nuevos caminos artísticos; en eso consiste exactamente su genialidad. Estos grandes autores posimpresionistas crearon en la pintura nuevas vías de expresión y pueden considerarse, a su vez, claros precursores de otras corrientes artísticas que aparecerán en el siglo XX. Son ellos las bases sobre las que se asentarán las distintas vanguardias que acompañarán el nacimiento del nuevo siglo.
Postimpresionismo o postimpresionismo es un término histórico-artístico que se aplica a los estilos pictóricos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX posteriores al impresionismo. Fue acuñado por el crítico británico Roger Fry con motivo de una exposición de pinturas de Paul Cézanne, Paul Gauguin y Vincent van Gogh que se celebró en Londres en el año 1910. Este término engloba en realidad diversos estilos personales planteándolos como una extensión del impresionismo y a la vez como un rechazo a las limitaciones de éste. Los postimpresionistas continuaron utilizando colores vivos, una aplicación compacta de la pintura, pinceladas distinguibles y temas de la vida real, pero intentaron llevar más emoción y expresión a su pintura. Aunque los postimpresionistas basaron su obra en el uso del color experimentado por los impresionistas, reaccionaron contra el deseo de reflejar fielmente la naturaleza y presentaron una visión más subjetiva del mundo.
Carretera en Auvers tras la lluvia, Vincent Van Gogh, 1890.
En general, a los posimpresionistas no sólo les interesa la luz; manifiestan un interés por el dibujo y les preocupa captar también la expresión: que la pintura refleje no sólo la luz, no únicamente lo fugaz, sino cuestiones más profundas. Para ellos, pintar ha de ser reflexionar, captar esencias, descubrir lo que está más abajo de la realidad aparente.
Pero, ¿quiénes son estos genios precursores? Enunciados rápidamente, hablamos de tres grandes maestros. Cezanne muestra un acusado interés por los volúmenes y las formas. Su interés por las formas geométricas y la luz prismática inherente en la percepción de la naturaleza anticipó los experimentos del cubismo. Van Gogh trata de captar la expresiones y los sentimientos; los estados del alma, Gaugin renuncia a la luz y la perspectiva y se interesa por el color y sus significados. A ellos, en cierta medida, puede añadirse Toulouse-Lautrec, interesado en el movimiento y lo instantáneo, estuvo fuertemente influido por las composiciones lineales de los grabados japoneses, y su obra se caracterizó por los intensos grabados de contorno y los colores planos.
Son estos artistas los cimientos de movimientos posteriores. Una especie de caldo de cultivo fecundo que da vida a nuevas ideas y a nuevas corrientes. No entenderíamos el cartelismo del siglo XX sin la obra de Toulouse-Lautrec. Igual que tal vez no se hubiese llegado al cubismo sin la labor previa de Cezanne. Y, desde luego, el expresionismo debe tanto a Van Gogh como el fauvismo a Gaugin. Así pues, esos últimos veinticinco años del siglo XIX resultan ser de una importancia trascendental en la historia de la pintura. Uno de esos momentos en el que la creatividad aflora en todo su esplendor y que, hoy, más de cien años después, consigue no dejarnos indiferentes.
Veamos a estos tres maestros de la pintura un poco más a profundidad:
Vincent Van Gogh (1853-1890) Pintor holandés e hijo de un pastor evangelista, fue el segundo de la descendencia luego de que el primogénito de la familia falleciera, razón por la que él lleva ese nombre y que probablemente, según los especialistas, fue el inicio y causa principal de su vida tan tormentosa.
Si nos hiciéramos la pregunta: ¿qué sentiríamos si nos enteramos que llevamos el nombre de un hermano fallecido?, muchos, creo, harían referencia a una sensación de incomodidad puesto que nuestro nombre no nos pertenece sino al ser que ya no está.
Vincent tuvo un carácter poco sociable y por ello sólo confió en su hermano menor Theo, quien lo mantuvo económicamente y le intentó dar seguridad emocional hasta el final de sus días.
A los dieciséis años comenzó a trabajar como aprendiz en la galería de arte Goupil en La Haya. A Van Gogh le gustaba el trabajo, pues ya se sentía atraído por el arte. Le gustaban los pintores holandeses del S. XVII como Rembrandt y los paisajistas franceses de Barbizón como Millet.
Los comedores de patatas.
En 1885 pintó su primera gran obra Los comedores de patatas, en ese momento su paleta se componía de tonos sombríos de tierra. La luz de colores vivos por la que es conocido surgió en obras posteriores, cuando se trasladó al sur de Francia consiguiendo su plenitud durante su estancia en Arles en 1888.
Los comedores de patatas (estudio).
Este cuadro pertenece a la primera fase de la pintura del artista, desarrollado en los Países Bajos, bajo la influencia del pintor realista francés Jean-François Millet.
En una exposición de dibujos de Jean-François Millet comentó: “Cuando entré en la sala del hotel Drouot, donde estaban expuestos, sentí alguna cosa como: descálzate porque el suelo que pisas es sagrado”.
El Ángelus, Jean Francois Millet, 1857–59. Museo de Orsay de París.
Actividad 1: Compara El Angelus con Los comedores de patatas y señala cómo se expresa la influencia de Millet sobre Van Gogh.
Van Gogh estudió dibujo, anatomía y perspectiva en Bruselas, completando su formación con conferencias sobre el uso y el comportamiento de los colores. En ese periodo, denominado periodo negro por algunos autores, diseñó y pintó muchos paisajes de escenas de fiestas de los Países Bajos.
Los comedores de patatas, considerada la obra cumbre del pintor en esta época, resume este período. Como pintor realista, hablaba de la miseria y la desesperanza que retrató en la gente humilde. Opinaba que los agricultores debían ser pintados con sus características en bruto, sin adornos, criticando y diferenciándose de Millet.
Van Gogh hizo una serie de cincuenta rostros de campesinos, que le ocupó desde diciembre de 1884 hasta mayo de 1885 como ejercicio preliminar de la obra.
Van Gogh estudió dibujo, anatomía y perspectiva en Bruselas, completando su formación con conferencias sobre el uso y el comportamiento de los colores. En ese periodo, denominado periodo negro por algunos autores, diseñó y pintó muchos paisajes de escenas de fiestas de los Países Bajos.
Los comedores de patatas, considerada la obra cumbre del pintor en esta época, resume este período. Como pintor realista, hablaba de la miseria y la desesperanza que retrató en la gente humilde. Opinaba que los agricultores debían ser pintados con sus características en bruto, sin adornos, criticando y diferenciándose de Millet.
Van Gogh hizo una serie de cincuenta rostros de campesinos, que le ocupó desde diciembre de 1884 hasta mayo de 1885 como ejercicio preliminar de la obra.
En Nuenen, ciudad de Holanda donde vivía su familia y después de sus experiencias entre los mineros donde desarrollaría gran sensibilidad por el sufrimiento ajeno, realizó cerca de 250 dibujos, sobre todo sobre la vida de agricultores y tejedores. Una obra típica es El tejedor en el telar, (1884).
Tejedor en el telar, 1884.
La religión y la sensibilidad social.
En mayo de 1877 se trasladó a Ámsterdam donde quiso hacerse teólogo. Tuvo que desistir y también abandonar sus deseos de entrar en una escuela metodista. Fue rechazado por no saber ni latín ni griego y su dificultad para hablar en público, aunque realmente el motivo era su falta de subordinación. Cada vez le era más difícil adaptarse a un cierto orden y someterse a alguien que le dirigiese.
Un dirigente se compadeció de él por su profundo fervor y lo mandó en 1878, como misionero a la región de Mons a las minas de Borinage, en Bélgica, donde en condiciones extremadamente duras realizó durante 22 meses un trabajo evangelizador entre los mineros de la zona.
Naturaleza muerta con la Biblia, 1885.
Pero con su fanatismo lo que conseguía era que le llegaran a temer. Dormía en una pequeña barraca y su estado se degradaba cada día más. Además repartía entre los pobres lo poco que tenía. Decía que estaba obligado a creer en Dios para poder soportar tantas desgracias. Cuando sus superiores se enteraron de todo lo que sucedía le enviaron a Cuesmes, permaneciendo un año completo en una absoluta pobreza y en contacto con los mineros, por los que sentía una gran simpatía: «Los carboneros y los tejedores siguen constituyendo una raza aparte de los demás trabajadores y artesanos y siento por ellos una gran simpatía y me sentiría feliz si un día pudiera dibujarlos, de modo que estos tipos todavía inéditos o casi inéditos fuesen sacados a luz.(...)».
La calidad de su obra sólo fue reconocida después de su muerte considerándose uno de los grandes maestros de la pintura. Tuvo una gran influencia en el arte del siglo XX, especialmente entre los expresionistas alemanes y los fauvistas como Derain, Vlaminck y Kees Van Dongen. Sufrió frecuentes brotes de una enfermedad mental a lo largo de su vida, que le llevó a producirse una herida de bala que acabó con su vida a la edad de 37 años. A pesar de que existe una tendencia generalizada a la especulación sobre la afectación que tuvo en su pintura su salud mental, el crítico de arte Robert Hughes cree que las obras del artista están ejecutadas con un completo control.
Por su carácter arisco hizo que lo trasladaran a Bruselas y posteriormente a Londres, donde tuvo su primera crisis al enamorarse de la hija de los dueños de la pensión donde se alojaba, Úrsula Loger, quien rechazó su proposición de matrimonio. Nuevamente la galería Goupil lo destinó a París y en 1876 acabó siendo despedido.
Tuvo que dejar la casa paterna porque al enamorarse de su prima Kate, la convivencia se hizo imposible. Recibió entonces sus únicas clases de pintura y finalmente decidió trasladarse a París con su hermano Theo, donde pudo ver la obra de los impresionistas y conocer a Toulouse-Lautrec. Llegó en un momento en que los artistas jóvenes estaban desarrollando una serie de ideas que iban más allá del Impresionismo.
Van Gogh experimentó estas ideas neoimpresionistas que había conocido a través de Paul Signac. Abandona los argumentos pictóricos decantándose por el paisaje y el retrato. Su paleta se aclara, usa colores puros y pinceladas de pequeños toques que recuerdan al Puntillismo.
En 1889 Vincent pintó el famoso cuadro La noche estrellada, en donde toca el tema con gran dramatismo. Dos enormes espirales nebulosas se envuelven una con otra. El ritmo de las curvas que dominan el cielo proporciona gran dinamismo al cuadro. El pueblo, sereno, representado con trazos rectos y breves, contrasta con la violencia del cielo.
En esta obra el mundo se cierne amenazador sobre el artista, es una visión apocalíptica. Representa la pequeñez del ser humano frente a las fuerzas de la naturaleza. Hay una tremenda agitación. Los astros están a punto de chocar, nos hallamos ante un eminente fin del mundo. Todos estos efectos se consiguen por medio de una pincelada larga y arremolinada. Servirá de puente de unión con el Expresionismo.
Hacia 1880, descubrió en la pintura su auténtica vocación, considerándola una vía para consolar a la humanidad. En los primeros años de la década de 1880 estudió con diversos pintores, entre los que cabe destacar a Anton Mauve. Su rápida evolución y el conocimiento de los impresionistas lo llevaron a abandonar la enseñanza académica y a reunirse con Theo en París en 1876.
Su hermano le presentó a Pissarro, Seurat y Gauguin, y esta situación coincidiría con la definición de su pintura. Su paleta se tornó definitivamente colorista y su visión, menos tradicional, dando forma a su personal visión del postimpresionismo. Su interés por el color y por la captación de la naturaleza lo indujo a trasladarse a Arles, donde su obra fue progresivamente expresando con mayor claridad sus sentimientos sobre lo representado y su propio estado mental.
Con la pretensión de crear el grupo de los «impresionistas del sur», Van Gogh alquiló una casa donde invitó a los artistas con quienes compartía intereses y en la que Gauguin pasaría dos meses.
Gauguin fue el que impulsó a Van Gogh para que pintase lugares históricos de Arles y así trabajaron juntos y pintaron la serie de vistas de Alyscamps. Escogieron diferentes motivos, Gauguin pintó un paisaje con un encanto pintoresco y más bien refinado, mientras que Van Gogh escogió un paseo enmarcado por altos álamos que tenían un color amarillo puro que contrastaba con el verde-azul del cielo, en cambio el color empleado por Gauguin era mucho más tímido.
Los Alyscamps (1888) por Paul Gauguin.
La avenida de los Alyscamps (1888) por Van Gogh.
La primera crisis mental, en la que se cortó parte de la oreja izquierda, tuvo lugar en la Navidad del mismo año 1888.
Autorretrato con oreja vendada.
Con el paso de las semanas, la convivencia de los dos artistas fue empeorando, debido a sus diferencias personales, acentuadas por el carácter muy temperamental de ambos. Pasados menos de dos meses, en la tarde del 23 de diciembre de 1888, Van Gogh y Gauguin tuvieron un altercado que dio origen a una de las explicaciones que se han dado acerca de la pérdida de la oreja izquierda del primero, o de parte de ella. Gauguin en sus memorias señala que Van Gogh le amenazó y persiguió con una navaja y que por la noche el holandés se automutiló el lóbulo de la oreja izquierda (no la oreja completa). A continuación, Van Gogh habría envuelto el lóbulo en un paño y se habría dirigido a un burdel de Arlés, donde presentó este «regalo» a una prostituta llamada Rachel. Posteriormente regresó a la «casa amarilla». A la mañana siguiente la policía lo encontró inconsciente, y fue trasladado al hospital Hôtel-Dieu de Arles mismo. Se avisó a Theo, y Vincent quedó ingresado durante catorce días. Gauguin dejó Arles con rumbo a París y no volvió a tener contacto con Vincent, exceptuando algunas cartas posteriores.
Gauguin declaró a la policía que la pérdida del lóbulo se habría debido a una autolesión. Se ha expuesto la teoría de que el corte en la oreja fue una automutilación del artista como resultado del disgusto que le provocó la noticia de que su hermano Theo se iba a casar.
Al regresar a su casa Van Gogh pintó el Autorretrato con oreja vendada, mostrando toda la parte derecha de la cabeza con una venda. En el fondo en la parte izquierda, se puede ver una xilografía japonesa que con su colorido contrasta con el blanco de la parte de la cara donde tiene la herida. El cuadro debió ser pintado delante de un espejo, ya que la oreja herida fue la izquierda. Pasadas cuatro semanas volvió a ser ingresado ya que presentaba síntomas de manía persecutoria, se imaginaba que lo querían envenenar. Durante unos diez días estuvo bajo el tratamiento del Dr. Félix Rey. En marzo, atendiendo una petición de los vecinos de Arles que avisaron a la policía, fue ingresado una vez más, permaneciendo seis semanas en el Hospital Hôtel-Dieu de Arles. El 17 de abril, Theo contrajo matrimonio con Johanna Bonger en Ámsterdam. Poco después, Vincent decidió internarse voluntariamente en el hospital mental de Saint-Paul-de-Mausole, un ex-monasterio, en Saint-Rémy-de-Provence, a unos treinta y dos kilómetros de Arles donde permaneció doce meses. Tras sufrir diversos ataques y ante la imposibilidad de salir al exterior a pintar, realizó obras relacionadas con el hospital, retratos de médicos y reinterpretaciones de obras de Rembrandt, Delacroix y Millet.
La pérdida de contacto con la realidad y una progresiva sensación de tristeza son las claves de este período en el que Van Gogh desarrolló un estilo basado en formas dinámicas y en el uso vigoroso de la línea, de lo cual resultó una pintura más intrépida y visionaria que la de Arles.
Sin conseguir superar el estado de melancolía y soledad en que se encontraba, en mayo de 1890 se trasladó a París para visitar a su hermano Theo. Por consejo de éste, viajó a Auvers-sur-Oise, donde fue sometido a un tratamiento homeopático por el doctor, y pintor aficionado, Paul-Ferdinand Gachet.
En este pequeño pueblo retrató el paisaje y sus habitantes, intentando captar su espíritu. Su estilo evolucionó formalmente hacia una pintura más expresiva y lírica, de formas imprecisas y colores más brillantes.
Van Gogh volvió a refugiarse en la pintura con gran entusiasmo, le gustaban los paisajes de Auvers, como antes habían maravillado a tantos otros pintores como Corot, Pissarro, Armand Guillaumin y Cézanne.
Escribió a su madre estas confesiones:
Estoy plenamente absorbido por estas llanuras inmensas de campos de trigo sobre un fondo de colinas, vastos como el mar, de un amarillo muy tierno, un verde muy pálido, de un malva muy dulce, con una parte de tierra labrada, todo junto con plantaciones de patatas en flor; todo bajo un cielo azul con tonos blancos, rosas y violetas. Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado, me siento capaz de pintar todo esto.
Su cuadro sobre La iglesia de Auvers-sur-Oise, está construido sobre líneas fuertes y definidas, que producen el efecto de una escultura recortada sobre el azul intenso del cielo, efecto que da una sensación de oscuridad. La profundidad la consigue con los dos caminos en forma de /v/ en un primer plano.
La iglesia de Auvers-sur-Oise, 1890
Aquí Van Gogh pasó lo que serían sus últimas diez semanas de vida y en este breve lapso de tiempo pintó un centenar de cuadros. Van Gogh pintó durante un tiempo las flores del jardín del doctor, y luego fue dedicándose a la población y su entorno. Así descubrió la iglesia del pueblo, de estilo gótico, que pintó en este cuadro.
Ésta es la manera en que describe este cuadro en una carta a su hermana Wilhelmina:
Tengo un cuadro más grande de la iglesia del pueblo - un efecto en el que la construcción parece ser violeta contra un cielo de simple azul oscuro, cobalto puro; las ventanas parecen como manchas de azul ultramar, el tejado es violeta y en parte anaranjado. Al fondo, florecen algunas plantas verdes, y arena con el reflejo rosa del sol. Y otra vez más es casi la misma cosa que los estudios que hice en Nuenen de la vieja torre y el cementerio, sólo que probablemente ahora el color es más expresivo, más suntuoso.
El «simple azul oscuro» lo usó también en su Retrato de Adeline Ravoux, pintado en el mismo breve período que pasó en Auvers-sur-Oise.
La iglesia se alza sobre una colina levemente elevada. El cielo es de un color azul profundo, que se refleja en las amplias vidrieras. La parte superior del cuadro está iluminada brillantemente por el sol, pero la iglesia misma está cubierta por su propia sombra, y «ni refleja ni emana de ella ninguna luz propia».
Después de que Van Gogh fuera expulsado de la carrera evangélica que esperaba proseguir en el Borinage, escribió a su hermano Theo desde Cuesmes en julio de 1880, y citó la imagen de Shakespeare de Enrique IV, Parte 16 del vacío oscuro dentro de una iglesia para simbolizar una «predicación vacía y nada ilustrada»: «Su Dios es como el Dios del borracho Falstaff de Shakespeare, 'el interior de una iglesia'»
Alrededor de la iglesia se distingue hierba verde y caminos, bañados de luz, y que llevan en direcciones diferentes. El tema de los caminos divergentes también aparece en Campo de trigo con cuervos. Por uno de ellos se acerca una campesina al templo. En los laterales del cuadro pueden distinguirse las casas del pueblo y árboles.
Los colores son fuertes. Las pinceladas se han aplicado con vigor. Es uno de los últimos cuadros de Van Gogh y, sin embargo, nada permite pensar en la desesperación que le llevaría al suicidio.
Campo de trigo con cuervos (julio de 1890).
Van Gogh señala en sus cartas, la soledad y la melancolía que tienen estos últimos paisajes de trigales bajo cielos tempestuosos y amenazantes; se ha dicho que los símbolos de los cuervos planeando sobre el trigo sugieren la premonición de la muerte. Las dos bandas de color, con el contraste del azul y el amarillo, anulan el espacio de la perspectiva. La composición de la perspectiva en el campo abierto tiene un sentido inverso, sale del horizonte en dirección hacia la parte delantera. El azul del cielo está en un solo plano y consigue crear una unidad, mientras que el amarillo del trigo está dividido en dos planos, el rojo de los caminos en tres y el verde complementario de las franjas del camino en cinco. Este cuadro está considerado como una de las mejores obras del artista.
Pese a que unos meses más tarde el doctor Gachet consideró que se encontraba plenamente curado, su estado de ánimo no mejoró debido a los sentimientos de culpa provocados por la dependencia de su hermano Theo y por su fracaso profesional. Sumido en esta situación de angustia, el 27 de julio Van Gogh se descerrajó un disparo en el pecho; murió dos días más tarde.
Preguntas de aplicación:
1- Compara El Angelus con Los comedores de patatas y señala cómo se expresa la influencia de Millet sobre Van Gogh.
2- Comenta La noche estrellada de Van Gogh poniendo énfasis en los aspectos técnicos de la misma: color, pincelada, contraste, etc; y señalando cómo éstos se remiten a los estados de ánimo y al mundo interno del artista.
3- ¿Cómo prefigura el cuadro Campo de trigo con cuervos el inminente desenlace de la vida de Van Gogh? Utiliza los elementos del cuadro para sustentar tu respuesta: colores, símbolos, perspectiva, etc.